En el mundo empresarial e institucional que hoy vivimos, escuchamos sobre la importancia y necesidad de realizar mejoras e innovaciones (pequeñas, grandes, continuas o discontinuas), así como la relevancia de involucrar a todo el personal desarrollando estructuras y una cultura organizacional que promueve la toma de decisiones en todos los niveles en forma rápida generando valor.

Existen diferentes enfoques para mejorar y transitar de un estado actual a un estado deseado y correcto:

 

Enfoque de Solución de Problemas

  • Nivel 1: Reducción de fallas. Busca hacer las cosas correctamente y reducir las desviaciones y errores que se detectan en la rutina diaria. En otras palabras: “Corregir y prevenir lo que ya nos salió mal”.

  • Nivel 2: Consistencia, predecibilidad y certeza. Busca hacer las cosas correctamente al igual que el nivel 1 (resolviendo problemas), con la diferencia que se enfoca al conocimiento del proceso que genera los resultados para hacerlos más predecibles y consistentes (menos variados), es decir, se preocupa por disminuir las diferencias entre “Cuando sale bien vs. cuando sale mal” y no solamente reaccionar frente a los problemas.

     

     

    Enfoque hacia los logros y la innovación

    Adicionalmente al diagnóstico de la situación actual, determina con claridad la situación deseada y busca los medios para alcanzar dicho estado idealizado. En general, en este enfoque de mejora y cambio las soluciones no dependen de conocer las causas de un problema, sino más bien dependen de la determinación de las formas de alcanzar los fines definidos. En general, es un enfoque que más que “hacer las correctamente”, busca “hacer las cosas que son correctas”.

 

El enfoque de solución de problemas es también conocido como “KAIZEN” que en el idioma japonés significa mejorar o cambiar hacia el destino correcto o mejorar para bien y muchas organizaciones implantan sistemas de mejora que buscan reducir lo que no se desea a través de este enfoque:

 

  • Implantación de equipos de mejora, círculos de calidad, proyectos de Six Sigma, Lean, análisis de los accidentes, equipos de mantenimiento productivo, mejoras ergonómicas, 8D´s entre otros formatos.

Pero pocas organizaciones conocen que también se puede mejorar y cambiar con el enfoque de logros conocido como “KAKUMEI” o “KAIRYO” que en japonés significan: Revolución y cambio respectivamente, donde más que reducir lo indeseable, se busca construir lo deseado.

 

  • Aquí, aplican modelos como el rediseño de procesos o reingenierías, arquitectura de procesos y sistemas, desarrollo de nuevos productos, equipos para la innovación, entre otros.

 

El gran reto no es tan solo el mejorar o innovar, si no el conocimiento de los diferentes formatos y modelos para la mejora continua y el cambio que les permitan diseñar sistemas y estructuras para la ejecución de diversos tipos de proyectos individuales y colectivos, de rápida implantación o larga duración y análisis de datos, asimismo diseñar los sistemas de reconocimiento para todo el personal donde cada mejora cuenta y es incentivada formalmente.

En México se dice: “Depende del Sapo es la pedrada” pero en la realidad, las empresas implantan modelos de mejora que pretenden ser todo poderosas resolviendo con un solo esquema todo tipo de problemas. Por ejemplo, buscan resolver todo con Equipos de Mejora o proyectos Six Sigma, o bien consideran que solamente con aplicar los pasos para la solución de problemas (i.e. método analítico) es suficiente para todo tipo de mejoras.

Este razonamiento es más bien “Para todos los sapos, la misma piedra”. Y lo notamos por ejemplo, con empresas que solo hacen equipos de mejora que se reúnen 1 vez por semana y resuelven 2 temas por año por equipo y tratan de implantar cualquier tipo de mejora solamente con este formato de trabajo colectivo.

Sin embargo, existen muchas otras empresas que tienen equipos de mejora, esquemas de mejoras rápidas, eventos Kaizen, 5S con enfoque de mejoras, proyectos individuales, entre otros y que dependiendo del tipo de mejora a realizar, definen el modelo a seguir y asignan responsables diligentemente.

En este sentido, es importante resaltar la importancia de las empresas e instituciones de implantar sistemas de mejoramiento e innovación en función de su realidad y no suponer que si implantan un tipo de formato o modelo (e.g. lean manufacturing, 5S, Six Sigma, entre otros) ya han implantado el sistema completo.

Cuando el Directivo supone que el reto es hacer mejoras piensa que es una responsabilidad de mandos medios y operativos, pero si entiende que hay que construir y administrar un sistema, lo asume como parte de su responsabilidad e indicadores y será el más entusiasmado de que se realicen KAIZEN y KAIRYO a lo largo y ancho de su organización.